Y eso dijo ella...
A este capítulo no le ha faltado ni un perejil, como se dice en mi tierra. Ha tenido amores, muertes, tensiones, dramas (sobre todo dramas) y actuaciones muy grandes por parte de los que ya nos tienen acostumbrados; ya que otros dejan mucho que desear. Pero esta crítica va a ser distinta a las demás. Comencemos por el principio.
¡POR FIN! Después de 6 temporadas Gonzalo y Margarita se dan un tierno y apasionado beso. Sí, como lo leéis y veis en la foto: POR FIN SE HAN BESADO. Aunque claro está que no era un beso de verdad, por así decirlo ya que Gonzalo estaba pseudo-drogado por otra historia que ahora contaré. Pero lo primordial es lo primero.
¡Qué bonito ha sido!
Para explicar eso del tan esperadísimo beso tenemos que remontarnos al principio del capítulo. El hermano adoptivo de Gonzalo vuelve a la Villa después de recorrerse el mundo en busca de descubrimientos para traerlos a España. Esta vez trae consigo un gracioso y monísimo pingüino y muchas historias, pero quién iba a saber que también traía un mapa para llegar al Dorado. Bueno, al final tiene que fingir su propia muerte (de manera pésima ya que Sátur lo descubre) para librarse de unos enemigos del otro continente que vienen tras de él para recuperar el calendario maya. ¿Y cómo tiene relación una cosa con la otra? Pues por que nuestro águila no se puede estar quieta y tiene que ir a investigar, entonces se topa con los indios y, ¡pum!, flechazo con veneno alucinógeno en el cuello. A raíz de esto, después de los efectos de la alucinación Gonzalo le comenta a Margarita que será mejor olvidar lo que pasó entre ellos. Nos ha destrozado el corazón a todas las espectadoras de la serie.
Tras esta semejante ida de olla de meter a indígenas en la trama, vayamos a Palacio. Aquí encontramos a una Marquesa deprimida, a un Comisario frustrado y a una Irene un tanto víctima. Tras la boda de Nuño y Cristina Pedroche (se que no se llama así en la serie, pero yo voy a llamarla así) todo está como más triste y decaído. Así que la buena de Catalina le comenta a la Marquesa que si limpia su alma con actos buenos puede que así recupere a su hijo. Lucrecia, que no es tonta, se toma el consejo al pie de la letra y va un paso más allá y va a darle de comer a los leprosos. De verdad, esta mujer nos sorprende cada vez más.
Pero los que nos han sorprendido son padre e hijo de lo tanto que se parecen (no físicamente, pero si, en el carácter). Nuño es raptado por e Comisario con el fin de que renuncie a su matrimonio con Cristina Pedroche; como no, Nuño que es de sangre noble, aguanta como un campeón hasta que en un forzajeo apuñala a Hernán. Nuño desesperado firma la anulación de su matrimonio, pero vemos como el Comisario se apaga poco a poco. Espero que no se muera por que es de mis personajes favoritos.
Aparte de esto, volvemos a ver a nuestro Monseñor-cañon que va a pedirle disculpas a Margarita, cosa que la hace sospechar y nos alimenta mucho más la curiosidad sobre este personaje tan misterioso.
Aunque tengo una duda que no se ha resuelto: ¿qué ha pasado con el pingüino?
¡POR FIN! Después de 6 temporadas Gonzalo y Margarita se dan un tierno y apasionado beso. Sí, como lo leéis y veis en la foto: POR FIN SE HAN BESADO. Aunque claro está que no era un beso de verdad, por así decirlo ya que Gonzalo estaba pseudo-drogado por otra historia que ahora contaré. Pero lo primordial es lo primero.¡Qué bonito ha sido!
Para explicar eso del tan esperadísimo beso tenemos que remontarnos al principio del capítulo. El hermano adoptivo de Gonzalo vuelve a la Villa después de recorrerse el mundo en busca de descubrimientos para traerlos a España. Esta vez trae consigo un gracioso y monísimo pingüino y muchas historias, pero quién iba a saber que también traía un mapa para llegar al Dorado. Bueno, al final tiene que fingir su propia muerte (de manera pésima ya que Sátur lo descubre) para librarse de unos enemigos del otro continente que vienen tras de él para recuperar el calendario maya. ¿Y cómo tiene relación una cosa con la otra? Pues por que nuestro águila no se puede estar quieta y tiene que ir a investigar, entonces se topa con los indios y, ¡pum!, flechazo con veneno alucinógeno en el cuello. A raíz de esto, después de los efectos de la alucinación Gonzalo le comenta a Margarita que será mejor olvidar lo que pasó entre ellos. Nos ha destrozado el corazón a todas las espectadoras de la serie.Tras esta semejante ida de olla de meter a indígenas en la trama, vayamos a Palacio. Aquí encontramos a una Marquesa deprimida, a un Comisario frustrado y a una Irene un tanto víctima. Tras la boda de Nuño y Cristina Pedroche (se que no se llama así en la serie, pero yo voy a llamarla así) todo está como más triste y decaído. Así que la buena de Catalina le comenta a la Marquesa que si limpia su alma con actos buenos puede que así recupere a su hijo. Lucrecia, que no es tonta, se toma el consejo al pie de la letra y va un paso más allá y va a darle de comer a los leprosos. De verdad, esta mujer nos sorprende cada vez más.
Pero los que nos han sorprendido son padre e hijo de lo tanto que se parecen (no físicamente, pero si, en el carácter). Nuño es raptado por e Comisario con el fin de que renuncie a su matrimonio con Cristina Pedroche; como no, Nuño que es de sangre noble, aguanta como un campeón hasta que en un forzajeo apuñala a Hernán. Nuño desesperado firma la anulación de su matrimonio, pero vemos como el Comisario se apaga poco a poco. Espero que no se muera por que es de mis personajes favoritos.Aparte de esto, volvemos a ver a nuestro Monseñor-cañon que va a pedirle disculpas a Margarita, cosa que la hace sospechar y nos alimenta mucho más la curiosidad sobre este personaje tan misterioso.
Aunque tengo una duda que no se ha resuelto: ¿qué ha pasado con el pingüino?
Desde luego hay muy buenos actores pero en este capítulo la que se lleva la palma es la querida Lucrecia con ese ¡HIJO DE PERRA! con todas sus letras dedicado a Hernán. Con ese paseillo a caballo tan doloroso con el cinturón de castidad que hace que se nos rompa el alma al verla. Tenemos una marquesa de 10.
Aunque con el que se nos destroza nuestro corazoncito es con la puñalada del Comisario por Nuño, que sufrimiento más grande. A mi personalmente Hernán es uno de mis personajes favoritos por lo que al ver como se va muriendo a manos de su propio hijo, es todavía más doloroso.
En el polo opuesto de estos dos grande en la serie tenemos a Cristina Pedroche. ¿Qué hacemos contigo? Eres muy buena presentadora, pero como actriz... por favor, no lo repitas más.
Por lo demás, el capitulo se está manteniendo en su línea. Un aplauso para todo el equipo de Águila Roja, por que se están superando.
¿Valoración?
T6 - Capítulo 75
KRIPTOANITA
Besada por el fuego y prima lejana de dragones. Obsesa de la arquitectura y la construcción. Personaja y olvidadiza. Algún día le gritaré a Lindsey Lohan: "¡Devuelveme mi polo rosa!". Mis pasiones son las pelis absurdas y los libros clásicos.
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